Para los buscadores
de oportunidades, las propiedades calientes son aquellas que se consideran muy
comerciales y que ofrecen la posibilidad de un buen negocio ya que por diversas
causas suelen tener precios ventajosos para quienes pueden aprovecharlas.
No son fáciles de
encontrar, hay que estar muy alertas y disponer de buena información
relacionada con el sector de los bienes raíces que le interesa.
Por ejemplo, una
propiedad que esta hipotecada y cuyos dueños tienen problemas para afrontar
dicha obligación, pero antes de perderla completamente deciden sacarla a la venta a fin de
recuperar parte de su valor ofreciéndola por debajo del precio de mercado, es
una propiedad caliente.
Otro ejemplo podrían
ser las propiedades que decomisa el gobierno por embargo, ejecución fiscal o
extinción de dominio y serán vendidas mediante subastas públicas.
Por otra parte,
también pudieran considerase propiedades calientes aquellas que tienen como
origen un remate judicial, siempre y cuando sea una operación segura, rápida y
la propiedad reúna los requisitos para ser comercial.
Generalmente las
propiedades calientes tienen en común,
que el origen de la oportunidad es un problema, mismo que debe
investigarse seriamente para conocer a fondo la situación y los trámites que se requieren antes de formalizar la compra, y en su caso el costo, así como los tiempos que se
llevarán para que se resuelvan y poder obtener los beneficios esperados de este tipo de operaciones.
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