Existen inmobiliarias que proporcionan un servicio integral de asesoría y acompañamiento, desde el inicio del proceso hasta concluir la operación con éxito; otras en cambio se concretan a mostrar la propiedad y no ofrecen ningún valor agregado a sus servicios o lo hacen de manera limitada.
Están las inmobiliarias que pueden ser grandes o pequeñas y que por lo general tienen bien definido el tipo de cliente que atienden especializándose en un nicho determinado, éstas por lo regular cuentan con una infraestructura bien establecida y sofisticados sistemas de publicidad.
También existen los agentes o corredores de bines raíces que trabajan captando usuarios que requieran de sus servicios para buscar o promover una propiedad determinada; lo hacen con la ayuda de una red a la que pertenecen y que generalmente esta formada también por otros corredores.
Por otra parte están los administradores independientes que a la vez que realizan actividades de promotoría suelen apoyar al propietario en las tareas de mantenimiento, control, gestoría y supervisión de la propiedad; suelen trabajar de manera aislada y se abocan a un mercado menor por lo que pueden brindar un servicio personalizado.
Hay quienes proporcionan un servicio completo, ofreciendo recomendaciones para mejorar el inmueble con el fin de fortalecer el precio; información actualizada para ayudar a establecer el precio mas conveniente y acorde a las circunstancias del mercado; alternativas para aprovechar de mejor manera beneficios fiscales; amplia y diversificada promoción incluyendo el apoyo de otros profesionales y redes o asociaciones afines que en conjunto llegan a conformar todo un ejercito publicitario; algunas inmobiliarias incluso colaboran con el propietario a fin de ayudarle a reunir, tramitar o elaborar los documentos necesarios, también conozco algunas que integran en la gama de sus servicios asesoría legal cuando el cliente lo requiere.
Los hay con experiencia y sin experiencia; algunos con tanta habilidad que cuando los escucha uno hablar, casi provocan que desistamos de vender para optar por conservar la propiedad pues saben resaltar sus cualidades de tal manera que pareciera que no existe en el mundo otra mejor que esa; también están los típicos “muestra casas” que cuando entran junto con un prospecto a la sala le dicen -mire, aquí esta la sala- De estos hay que cuidarse pues solo quitan el tiempo, difícilmente llegan a concretar una operación y en muchas ocasiones nos hacen perder buenas oportunidades de negocio.
La recomendación es que antes de depositar su confianza en manos de cualquier inmobiliaria indague, consulte, busque referencias, incluso puede pedir una prueba, observe, compare y tome una decisión razonada.
Están las inmobiliarias que pueden ser grandes o pequeñas y que por lo general tienen bien definido el tipo de cliente que atienden especializándose en un nicho determinado, éstas por lo regular cuentan con una infraestructura bien establecida y sofisticados sistemas de publicidad.
También existen los agentes o corredores de bines raíces que trabajan captando usuarios que requieran de sus servicios para buscar o promover una propiedad determinada; lo hacen con la ayuda de una red a la que pertenecen y que generalmente esta formada también por otros corredores.
Por otra parte están los administradores independientes que a la vez que realizan actividades de promotoría suelen apoyar al propietario en las tareas de mantenimiento, control, gestoría y supervisión de la propiedad; suelen trabajar de manera aislada y se abocan a un mercado menor por lo que pueden brindar un servicio personalizado.
Hay quienes proporcionan un servicio completo, ofreciendo recomendaciones para mejorar el inmueble con el fin de fortalecer el precio; información actualizada para ayudar a establecer el precio mas conveniente y acorde a las circunstancias del mercado; alternativas para aprovechar de mejor manera beneficios fiscales; amplia y diversificada promoción incluyendo el apoyo de otros profesionales y redes o asociaciones afines que en conjunto llegan a conformar todo un ejercito publicitario; algunas inmobiliarias incluso colaboran con el propietario a fin de ayudarle a reunir, tramitar o elaborar los documentos necesarios, también conozco algunas que integran en la gama de sus servicios asesoría legal cuando el cliente lo requiere.
Los hay con experiencia y sin experiencia; algunos con tanta habilidad que cuando los escucha uno hablar, casi provocan que desistamos de vender para optar por conservar la propiedad pues saben resaltar sus cualidades de tal manera que pareciera que no existe en el mundo otra mejor que esa; también están los típicos “muestra casas” que cuando entran junto con un prospecto a la sala le dicen -mire, aquí esta la sala- De estos hay que cuidarse pues solo quitan el tiempo, difícilmente llegan a concretar una operación y en muchas ocasiones nos hacen perder buenas oportunidades de negocio.
La recomendación es que antes de depositar su confianza en manos de cualquier inmobiliaria indague, consulte, busque referencias, incluso puede pedir una prueba, observe, compare y tome una decisión razonada.
Diana Reyes
Oportunidades Inmobiliarias
http://opinmobiliarias.blogspot.com
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