Cualquiera que sea
el motivo para vender
una propiedad, ya sea, por necesidades de ubicación, cuestiones de
espacio, seguridad, estéticas, o prácticas, o quizás por razones financiera,
para sacarle el mejor partido y facilitar una operación ágil, antes de colocar
su anuncio de venta le sugiero considerar los siguiente:
- ¿Cuánto vale? Investigue las ventas comparables de su zona o hable con un valuador o con un agente inmobiliario. En el momento de definir el precio considere el pago de los impuestos y las comisiones. Póngase en el lugar del comprador: ¿Qué desventajas o atractivos tiene la propiedad? Recuerde que es importante poner un precio justo: si es demasiado alto, su inmueble será ignorado.
- ¿Está en posibilidad de vender? Es decir, dispone de la documentación legal necesaria y todo está en regla. Evítese contratiempos y haga los tramites que pudieran estar pendientes o que por su naturaleza pudieran llevarse demasiado tiempo (Por ejemplo la constancia de "libre de gravamen" que en México se tramita en el Registro Público de la Propiedad puede llevarse varias semanas), así estará listo en cuanto un cliente se decida.
- ¿Está la casa lista para la venta o hay que efectuar reparaciones? Una inspección antes de la venta arroja a la luz problemas potenciales que podrían echar por tierra la venta, aquí tiene algunas sugerencias para realizar una revisión y definir un programa de mejoras:
En el exterior:
- La pintura de la casa, ¿se encuentra en buen estado?
- ¿El jardín está bien cuidado?
- ¿Qué tal la acera de entrada y el lugar para estacionar los autos?
- Atención con las paredes, ventanas y vidrios.
En el interior:
- Para los olores, puede ventilar la casa y usar, de vez en cuando, atomizadores con fragancias. También puede poner búcaros con flores: esto embellece el lugar y es aromático. Las personas que fuman o que tienen perros quizá no noten el olor de sus cigarrillos o animales, pero alguien que no fuma o tiene perros, lo nota inmediatamente. Hablando de mascotas, guárdelas para evitarse problemas con gente desconocida.
- La cocina y los cuartos de baño deben estar limpios y acogedores: el fogón, el horno y los azulejos deben relucir, igual que el piso. El horno y el refrigerador –es posible que el comprador los abra– deben estar impecables.
- Las alfombras no deben tener olor ni manchas. No deje platos en el fregadero o encima del fogón, ni tampoco haga pescado frito ni col, ni nada que pueda ofender el olfato del comprador o su agente. Los gabinetes no deben tener un "brillo" de grasa acumulada.
- En la cocina, igual que en el baño, todo debe funcionar a la perfección. ¿Funcionan bien las luces? ¿Se fundió un bombillo? ¿Gotea la llave del lavabo? ¿Tiene manchas la bañera o el lavabo?
- ¿Qué tal las paredes interiores? ¿Están limpias? ¿De qué colores son? Recuerde, hay colores para todos y lo que es "bonito" para una persona, es feo para otra. Los expertos recomiendan pintar las paredes color blanco o un tono claro, para no "ofender" a nadie.
Prepárese para las entrevistas con
los posibles compradores.
Siempre
es bueno tener muy claras las ideas sobre lo que es importante resaltar al
momento de presentar el inmueble, tenga a la mano una lista de las ventajas que
ofrece la zona y la propiedad en sí, y especialmente señale la oportunidad
financiera que representa su oferta, también prepárese para hablar de cualquier
falla que tenga el inmueble. Los vendedores están obligados a divulgar los problemas que tiene una vivienda. Este requisito varía según el país o ciudad
donde se encuentre el bien raíz, pero en general es necesario darlo a conocer
al posible comprador para evitarse problemas futuros.
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